No he podido resistir a poner una muestra del comercio y restauración insólitos de Palencia. Va desde la imagen del escaparate de la lencería Fidel Castro (una auténtica "revolución interior", en liquidadación), al afán por reivindicar uno de tantos pasados gloriosos de la ciudad (la Pallantia de los romanos, el caudillo Viriato, que aunque no era nuestro le tenemos simpatía). Mención aparte para el Hotel Colón, casi dadaísta con sus dos huevos en la fachada...
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